cónclave 2025

Cónclave 2025: secretos, favoritos y la elección del próximo Papa tras la muerte de Francisco

 

¿Por qué el cónclave 2025 es ya el evento más esperado del Vaticano?

 

La sede papal ha quedado vacante. El Papa Francisco, tras más de una década de pontificado, ha fallecido. Su partida marca el fin de una era que dejó huella en la historia de la Iglesia, con reformas profundas, una visión pastoral innovadora y una apertura hacia los márgenes del mundo.

Y ahora, comienza oficialmente el cónclave 2025, una elección que decidirá no solo al próximo sucesor de Pedro, sino también el rumbo que tomará la Iglesia Católica en las próximas décadas.


 

El mecanismo ya ha comenzado: ¿cómo se elige al nuevo Papa?

 

Con la sede vacante, los cardenales electores —aquellos menores de 80 años— ya están siendo convocados a Roma. Este año, serán 135 los encargados de elegir al nuevo Pontífice.

El procedimiento es claro: se encierran en la Capilla Sixtina, bajo un estricto voto de secreto. Escriben el nombre de su candidato en una papeleta, la depositan en una urna, y repiten este proceso hasta que alguien obtenga los dos tercios necesarios (90 votos). Todo ocurre en silencio. Sin móviles, sin prensa. Solo ellos, su fe y su criterio.


 

¿Quiénes son los favoritos al Papado en este histórico cónclave?

 

Con Francisco fuera del escenario, las miradas se centran en sus herederos espirituales e ideológicos. Estos son los nombres más fuertes:

Luis Antonio Tagle (Filipinas)

 

Querido por Francisco, es visto como un candidato que puede continuar su legado. Su elección marcaría un hito como el primer Papa asiático. Tiene fuerte respaldo en Asia, África y Latinoamérica.

Pietro Parolin (Italia)

 

Secretario de Estado del Vaticano. Moderado, diplomático, con experiencia en los engranajes internos. Si se busca estabilidad y gestión, él es el candidato natural.

Matteo Zuppi (Italia)

 

Cercano a la comunidad de San Egidio, progresista, con gran conexión social. Encarna el “espíritu Francisco”, pero con un perfil más europeo.

Odilo Scherer (Brasil)

 

Fuerte presencia en América Latina, firme en la doctrina, pero no rupturista. Un nombre de consenso entre conservadores moderados y reformistas.

Jean-Claude Hollerich (Luxemburgo)

 

Jesuita, aperturista, vinculado a la sinodalidad. Representa la Europa moderna dentro del Vaticano.

Todos suenan. Todos generan debate. Y también, como es tradición, podría haber una sorpresa. Porque en los cónclaves, lo inesperado nunca está descartado.


 

Una Iglesia global decide: menos Europa, más diversidad

 

Francisco transformó el mapa cardenalicio. Más del 70% de los votantes actuales fueron creados por él. Eso se refleja en un cónclave menos eurocentrista, más representativo del sur global.

Por primera vez, Asia y África tienen un peso real en la elección. América Latina mantiene su influencia, mientras Europa busca no perderla. Esta pluralidad hace que el cónclave 2025 sea más complejo, pero también más rico en perspectivas.


 

Capilla Sixtina: donde se construye el futuro en secreto

 

Todo ocurre en uno de los lugares más simbólicos de la fe católica: la Capilla Sixtina. Allí, bajo los frescos de Miguel Ángel, los cardenales se enfrentarán a una decisión que no solo definirá a un nuevo líder, sino también a qué Iglesia dejarán al mundo.

Ese secretismo me sigue impactando. En medio de un mundo saturado de información, este momento sagrado se preserva al margen de todo. Hay algo potente en que algo tan grande ocurra en el más absoluto silencio.


 

¿Qué tipo de Papa necesita el mundo hoy?

 

El nuevo Pontífice heredará una Iglesia en plena transición. Estos son algunos de los retos que deberá afrontar:

  • Restaurar la credibilidad tras décadas de escándalos

  • Dialogar con una juventud desconectada de la religión institucional

  • Profundizar o frenar las reformas de Francisco

  • Abordar temas tabú como el rol de la mujer y la inclusión LGTB+

  • Reforzar el compromiso con la justicia social y el cambio climático

  • Intentar apaciguar la guerra, tanto la militar como la reciente política con USA, Europa y China.
 

El próximo Papa necesitará cabeza, corazón y coraje. No solo para guiar la fe. También para liderar una institución que aún carga siglos de historia… y de contradicciones.


 

Mi mirada como creyente: lo sagrado que aún no entendemos

 

No soy experto. No soy parte del clero. Solo soy alguien que, como muchos, observa el cónclave con una mezcla de respeto, curiosidad y cierta fascinación.

Ver cómo se elige a un líder espiritual de esta magnitud, en completo silencio, con normas inquebrantables y sin interferencias externas, me sigue pareciendo algo único. Me recuerda que todavía existen espacios donde no todo es visible. Y tal vez eso sea parte de su poder.


 

Preguntas frecuentes sobre el cónclave 2025

 

¿Por qué hay cónclave en 2025?

Porque la sede papal ha quedado vacante tras la muerte del Papa Francisco. Según la tradición, el cónclave debe iniciar entre 15 y 20 días después.

¿Cómo se elige al Papa?

135 cardenales votan en la Capilla Sixtina del Vaticano hasta que uno de ellos obtenga al menos 90 votos. Se vota dos veces al día, y el proceso continúa hasta lograr mayoría.

¿Quiénes son los principales favoritos?

Tagle, Parolin, Zuppi, Scherer y Hollerich. Aunque en cada cónclave hay margen para sorpresas.

¿Qué significa el humo blanco?

Señala que un nuevo Papa ha sido elegido. Se produce quemando las papeletas con sustancias especiales para que el humo salga blanco.

¿Qué desafíos enfrentará el nuevo Papa?

Unidad interna, renovación doctrinal, escándalos por abusos, modernización de estructuras, y diálogo con un mundo cada vez más secular.


 

Una elección que marca una era

 

El cónclave 2025 ya ha comenzado. No es un evento más. Es el momento en que la Iglesia se redefine. El mundo observa, pero solo 135 hombres tienen la palabra final.

¿Continuará la línea de Francisco? ¿Se buscará un giro hacia el conservadurismo? ¿Surgirá una figura inesperada? Nadie lo sabe.

Pero una cosa es segura: cuando el humo blanco se eleve sobre Roma, no solo se habrá elegido un Papa. Se habrá trazado el próximo capítulo de la historia de la Iglesia.